lunes, 26 de octubre de 2015

Elecciones regionales en Colombia, entre el voto clientelar y el voto de opinión

Muchos son los análisis que se pueden hacer y las conclusiones que se pueden sacar tras la jornada electoral del pasado domingo en Colombia, pero en general se puede decir que el voto clientelar sigue siendo tradicional en nuestro país, especialmente en zonas alejadas de las grandes capitales, pero que ahora es disputado en los grandes conglomerados urbanos por el llamado voto de opinión, que lentamente también ha venido ganando terreno en ciudades intermedias, como Bucaramanga[1] y Cartagena[2].

Caso ilustrativo de ello puede ser lo ocurrido en Antioquia, que presenta una forma de votar en Medellín y otra muy distinta en el resto del departamento. Lo que sucedió en Medellín con Federico Gutiérrez evidencia que el voto de opinión -si bien es cierto aún no tiene tanto peso como en Bogotá- si viene en aumento, y que el voto clientelar (también llamado de maquinaria) que suele ser el que tienen los partidos ´amarrado´ con sus afiliados y líderes de las JAL en las comunidades, va perdiendo peso.


Muestra de ello es lo que le ocurrió a Gabriel Jaime Rico cuya campaña era avalada por los partidos, de La U, Cambio Radical, Conservador y por una amplia base de dirigentes del partido Liberal. Sin embargo,  pese a tener buenas propuestas y una buena imagen entre la ciudadanía, Rico no vio reflejado en las urnas ese respaldo de los partidos y más bien esos avales (más de nombre que reales) se convirtieron en una pesada carga que le impidió posicionarse como un candidato independiente, libre de compromisos y pactos.

Muy por el contrario, su contrincante, y a la postre vencedor, Federico Gutiérrez, con su slogan de ´aliado con vos´ supo llegarle a la gente como un candidato independiente libre de compromisos partidarios, lo cual hizo que en la recta final ese voto de opinión, que es un voto informado y de mayor criterio, se volcara a su aspiración. No obstante, también es pertinente precisar que seguramente gran porcentaje de esa franja de opinión favoreció a Gutiérrez por ir en contra del candidato del Centro Democrático, Juan Carlos Vélez Uribe.

Muy distinto es el análisis que se puede hacer en el caso de Antioquia[3], donde Luis Pérez Gutiérrez, siguiendo la tendencia que marcaban todas las encuestas, ganó con cierta holgura sobre el aspirante del Centro Democrático, Andrés Guerra Hoyos, quien dicho sea de paso hizo una excelente campaña y salvó a su partido de una estrepitosa derrota, pues aunque igual perdió, lo hizo de manera decorosa, digna y con el respaldo de una buena cantidad de votos.


A diferencia de la capital antioqueña, en el resto del departamento el voto clientelar o de maquinaria sigue teniendo un gran peso y así lo entendió la campaña de Luis Pérez Gutiérrez, quien sin descuidar a Medellín (que representa el 34% de la votación), se concentró en las regiones en las cuales son fuertes los partidos que lo respaldaban como el Liberal (Urabá y Nordeste) y Conservador (norte cercano). De esta forma la maquinaria, que no le funcionó a Rico en Medellín, fue determinante en las aspiraciones de Luis Pérez, a tal punto que en muchos municipios tenía el apoyo de dos o más candidatos a la alcaldía, lo que le permitió ganar con casi el 40% de la votación.

Ganadores y perdedores en Antioquia
A parte de Luis Pérez y Federico Gutiérrez, ganadores en la jornada del domingo, si se analiza al Centro Democrático como una fuerza que participa por primera vez en la contienda electoral regional, se le puede ver como un partido ganador, pues arañó parte del pastel al quedarse con seis curules en la Asamblea y seis en el Concejo de Medellín (lo que lea erige como la primera fuerza política del departamento), además ganó las Alcaldías de Rionegro y Sabaneta. Sin embargo, si el análisis se hace desde las aspiraciones del partido, claramente hay que ver a Uribe como perdedor, pues se quedó sin el premio mayor (La Gobernación de Antioquia y la Alcaldía de Medellín).

No obstante la derrota del Centro Democrático, desde el punto de vista de lo personal, se puede decir que ganaron sus dos candidatos. Juan Carlos Vélez Uribe, perdió la Alcaldía por poco margen (escasos 9.003 votos)[4] y Andrés Guerra, casi que contra todo pronóstico y en una maratónica campaña, logró que su partido tuviera un derrota decorosa. Además, la votación de ambos confirmó la fuerza del uribismo en Medellín[5].

Eugenio Prieto Soto, quien había quedado muy mal parado ante la opinión pública, al renunciar sólo ocho días después de que anunciara que iría hasta el final, se puede contar entre los ganadores, pues su salida fue digna y su alianza con Federico -que asumió con compromiso y dedicación- lo puede llevar a ser el nuevo gerente de EPM (según se rumora en los mentideros políticos).

Alonso Salazar definitivamente es un perdedor, no sólo por la votación que obtuvo (5.46%), sino por la forma en que asumió su campaña, saliendo a victimizarse frente a los ataques de las otras campañas, aparte de que el respaldo de Fajardo no fue pleno y decidido, sino coyuntural dependiendo de cómo marcaba en las encuestas.

Pierde indiscutiblemente Gabriel Jaime Rico, quien con base en un buen programa, carisma, coherencia y la fuerza de su movimiento Juntos Por Medellín, esperaba que el voto partidista de las colectividades que avalaron su candidatura, lo llevarán a ser el sucesor de Aníbal Gaviria[6].


También pierde Fajardo, especialmente al no poder conservar su fortín en la Gobernación de Antioquia y pierde su candidato, Federico Restrepo, cuya candidatura nunca despegó y se quedó con las ganas de cuidar el legado fajardista.


También se evidenció el declive de los partidos tradicionales. En Antioquia pierde el partido de la U, que pasó 32 a sólo 13, lo mismo que el partido Liberal que bajó de 25 a 19 alcaldías y los conservadores de 30 a 26. También Cambio Radical que pasó de 13 alcaldías a 11.

Por el lado, de las corporaciones, gana el Polo que mantiene su curul en la Asamblea y recupera la del Concejo, donde Creemos (El movimiento del alcalde electo) logra dos curules, mientras que el partido Liberal pierde un puesto en el Concejo de Medellín.


Gran perdedor es el Grupo Empresarial Antioqueño, GEA, que no pudo configurar el mapa político a su amaño y ahora tendrá que entenderse con Luis Pérez como gobernador (algunos empresarios independientes han comentado que el proyecto del GEA era imponer gobernadores y alcaldes a 30 años).

Los grandes ganadores en el país
El vicepresidente, Germán Vargas Lleras, es uno de los ganadores del domingo. Tendrá las gobernaciones de Antioquia, La Guajira, Magdalena, Cundinamarca, Sucre, Huila, Cesar, Amazonas y Vaupés.


Gana igualmente el ex director de Cambio Radical, Carlos Fernando Galán, por su respaldo a Enrique Peñalosa desde principios de este año. Con Peñalosa ganan también Antanas Mockus y Marta Lucía Ramírez. Mockus, al aliarse con Peñalosa a pocos días del día de elecciones, envió un mensaje de regreso a las políticas urbanas de los años 90´s (también logró sacar elegido a su concejal, Jorge Torres). La ex candidata presidencial Marta Lucía fue de las primeras líderes nacionales en respaldar públicamente a Peñalosa..


El partido Alianza Verde, aunque no ganó la Alcaldía de Medellín con Alonso, logró tres gobernaciones, por encima del Centro Democrático (Casanare) y el conservatismo (Tolima y Risaralda). El Verde ganó en Boyacá, Nariño y Putumayo.

Entre los ganadores hay que contar a la firma encuestadora antioqueña, Invamer-Gallup que fue la menos desatinada en las encuestas. En Bogotá acertó casi en todos los porcentajes y en el orden, mostrando primero a Peñalosa, seguido de Rafael Pardo y Clara López; en Medellín fue la única que no puso como ganador a Juan Carlos Vélez y mostró un empate técnico con Federico Gutiérrez, y en Cali mostró el ascenso de Armitage.


También ganó la Registraduría Nacional del Estado Civil que en una hora y media tenía los resultados definitivos en Bogotá y en varias de las principales ciudades.

Los grandes perdedores en el país
El ex Presidente Alvaro Uribe es uno de los grandes perdedores, pues en los presupuestos del Centro Democrático estaba quedarse con las alcaldías de Bogotá, Medellín y Manizales, la Gobernación de Antioquia y posiblemente la de Caldas, y aspiraba a tener en Bogotá 15 de los 45 concejales.

El balance es más agrio que dulce para el senador Uribe. En Bogotá, el Centro Democrático obtuvo la cuarta votación para la alcaldía, con el 12%. Para el concejo capitalino se quedó  con sólo cinco curules. Además fue segundo tanto en la votación para la Alcaldía de Medellín como para la Gobernación de Antioquia. Uribe solamente ganó la gobernación del Casanare, en ciudades pequeñas o intermedias como Rionegro y Sabaneta, y las de los antiguos territorios nacionales, Florencia, Puerto Carreño y San Vicente del Caguán.


Se debe contar entre los perdedores al alcalde de Bogotá, Gustavo Petro. El petrismo no alcanzó siquiera a competir en la contienda para Bogotá, pues la aspiración de María Mercedes Maldonado no cuajó después de que Petro se reuniera en privado con Clara López y tumbó su candidatura, lo cual también perjudicó a la aspirante del Polo.


Otro gran perdedor es Alonso Salazar, quien quedó de cuarto en Medellín con solo 37.492 votos, menos que el voto en blanco. También gran perdedor es el ex vicepresidente Angelino Garzón, quien quedó tercero y casi fue doblado en votación por el primíparo en la política Maurice Armitage, nuevo alcalde de Cali. Gran perdedora es igualmente Clara López, quien pasó de barrer en las encuestas a enterrar doce años de hegemonía de la izquierda en Bogotá y con ella El Polo Democrático, que aunque mantuvo su presencia en regiones importantes, perdió la capital colombiana.


Perdió el gobernador de Antioquia, Sergio Fajardo, pues su posible sucesor, Federico Restrepo, quedó de tercero, sacó menos de una quinta parte de los votos y solo ganó en un municipio, San José de la Montaña. Directamente Fajardo tampoco ganó en Medellín, aunque al final parece que tras quitarle el respaldo a Alonso, se lo dio a Gutiérrez, quien ha sido cercano al fajardismo.




[1] En Bucaramanga, la última encuesta de Invamer-Gallup, mostraba a Carlos Arturo Ibáñez de primero con más del 41% y a Rodolfo Hernández Suárez, candidato independiente, en el último lugar con el 11% de la intención de voto, pero a la postre terminó siendo el ganador, con el 28,83% de la votación.
[2] En Cartagena quien encabezaba las encuestas era Antonio Quinto Guerra, pero al final se ubicó en el segundo lugar con 29,47%. El nuevo alcalde de la capital de Bolívar es el independiente Manuel Vicente de Jesús Duque Vásquez, quien logró el 37,27 %. 
[3] Con el 99,95% de las mesas escrutadas, Luis Pérez obtenía el 39,43% de la votación (816.337), mientras que Andrés Guerra, obtenía el 29,52% de los votos (611.207).
[4] De acuerdo con la Registraduría Federico Gutiérrez obtuvo 244.636 votos y Juan Carlos Vélez, 235.633.
[5] De hecho Andrés Guerra, con 231.946 votos le ganó en Medellín a Luis Pérez, que obtuvo 208.360.
[6] Los 111.777 votos que obtuvo, en un gran porcentaje fueron aportados por sus seguidores.

1 comentario:

  1. Si se confrontan resultados a la luz del excelente análisis del colega y amigo Jaime Alberto Puerta, se pueden encontrar detalles que hacen pensar en Medellìn como una ciudad muy difícil de encasillar en unas características electorales definidas. Luis Pèrez por su parte, ademàs del voto "amarrado", conquistò un electorado indeciso que lo vio con alto perfil gerencial pues supo comunicar sus promesas y sin mucha propaganda, a èl le funciona su discurso. Malos comunicadores (a diferencia de sus lideres Uribe y Fajardo) resultaron Federico Restrepo y Juan Carlos Vèlez, pueden tener las condiciones necesarias para gobernar pero no convencen. Alonso Salazar arrancò con impulso pero le fallaron los seguidores fajardistas que entendieron el mensaje de Fajardo que su candidato finalmente era F. Gutierrez. Por Salazar votaron solamente los alonsistas puros.La frescura, carisma, informalidad y trabajo en una campaña muy distinta a las demàs y a las de siempre, favoreciò el voto de opiniòn que se decidiò por F. Gutierrez, y eso mismo pasò con Andrès Guerra en Medellìn, èl en la capital antioqueña superò a Luis Pèrez demostrando que a Uribe lo siguen fervientemente pero no le obedecen al pie de la letra como se creía (por lo menos no en Medellìn) ya que le aceptaron a Guerra pero no a Vèlez. Rico tenìa avales pero para el "gusto" de Medellìn no pega su discurso, suena populachero aunque se vea seguro y conocedor, y aunque transmite lo que quiere comunicar no le creyeron.

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