miércoles, 25 de noviembre de 2015

Con alzas en las tarifas de energía los colombianos pagamos la imprevisión del gobierno por el fenómeno de El Niño

Con el liderazgo del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible y la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, se lanzó la semana pasada la campaña para el ahorro de agua, energía y la prevención de incendios, Todos Contra el Derroche.  El Ministro, Gabriel Vallejo López, fue enfático en decir que de los hábitos que asuman los colombianos dependerá que el país pueda atender las consecuencias del este fenómeno climático.

El Gobierno Nacional, por medio de “Todos Contra el Derroche”, busca generar conciencia frente a la importancia del ahorro de agua y energía, especialmente por el fenómeno climático por el que atraviesa el país. Esta campaña tiene el propósito de convertirse en un movimiento nacional que contribuya a enfrentar los efectos de la sequía que se está viviendo en gran parte del territorio nacional, especialmente en las regiones Andina y Caribe.
 
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Bañarse en 3 minutos, usar las luces de Navidad solo cuando realmente las estemos disfrutando y prevenir los incendios forestales no prendiendo fogatas, son algunas de las acciones recomendadas para esta época en la que el país enfrenta una fuerte temporada de sequía que se extenderá hasta los primeros meses del 2016.  

En general son recomendaciones válidas que pueden ser acatadas y asumidas por todos los colombianos, debido a que ya se están sintiendo los efectos negativos del fenómeno climático en la economía colombiana, según lo advirtió recientemente, el titular de la carteara de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría, siendo la inflación en el precio de los alimentos la más afectada[1]. 

Pero el gobierno no se ha limitado hacer este tipo de recomendaciones tendientes a que los colombianos tomen conciencia de la situación, sino que anunció que desde diciembre aumentarán las tarifas de la energía, lo cual de inmediato generó rechazos por parte de gremios económicos, usuarios y entes de control. Estos entes, como la Personería del Pueblo, hicieron fuertes cuestionamientos al gobierno por la decisión y a las empresas generadoras -y especialmente las que tienen plantas termoeléctricas[2]- que han recibido durante nueve años una especie de seguro para garantizar su operación, llamado cargo por confiabilidad, cuyo objetivo era precisamente garantizar la disponibilidad de la energía en época de escasez de agua.

Acolgen -la asociación de compañías generadoras- salió al paso a explicar que lo que se pagará no es el cargo por confiabilidad, sino el diferencial de la pérdida, porque estuvo mal calculado por la Creg (Comisión Reguladora de Energía y Gas). “Ese cargo no se puede ver como un valor agregado, lo que está tratando hacer el Ministerio es asumir ese diferencial, el porcentaje que no quedó cubierto por el cargo de confiabilidad”, dijo la agremiación de las generadoras en un comunicado.

Lo que está claro es que esos recursos debían ser utilizados para que las térmicas incrementaran su producción de energía cuando se presentara la baja hidrología como consecuencia del fenómeno climático. Normalmente, Colombia consume 190 gigavatios hora-día de energía, de los cuales el 70% proviene del parque hidráulico y el restante 30% del térmico. Cuando hay fenómeno de El Niño, como ahora, las térmicas deben  aumentar su producción al 50%, o sea, generar 85 gigavatios hora-día, pero no lo están haciendo porque no tienen la capacidad instalada y por eso el gobierno debe emprender campañas de uso eficiente del agua (lo cual está bien) para que el país nos se vea abocado a un racionamiento del líquido y de energía.

Sin embargo, además de cargarle la responsabilidad de ahorrar agua a los colombianos que durante nueve años pagamos el cargo por confiabilidad para que las térmicas estuvieran preparadas por a suplir la baja hidrología, el gobierno no solamente no se está buscando los culpables o responsables en esas compañías, sino que nos van poner a pagar esos faltantes a todos los consumidores, que aun así, seguiremos avocados a eventuales racionamientos, si no tomamos conciencia del uso racional del agua y la energía.

Lo cierto del caso es que los más de 10 millones de usuarios del sistema interconectado nacional que veníamos pagando el cargo por confiabilidad,  vamos a resultar pagando las imprevisiones, malos cálculos e ineficiencias del gobierno, ya que de las las pérdidas por $3 billones, los generadores sólo asumirán $2 billones y el $1 billón restante, lo asume la demanda, es decir los consumidores.

 Los recursos que servirían de seguro ante una contingencia, hoy no hay claridad de dónde están. La contingencia se presentó y lo lógico es que los usuarios estuviéramos cubiertos por la ´póliza´ que pagamos, y que quienes asumieron el riesgo le respondieran al país. Sin embargo, las termoeléctricas (que para el ejemplo serían las aseguradoras) dicen que se gastaron la plata y que no tienen con qué pagar el siniestro.  

En declaraciones radiales esta semana, el senador Alexander López afirmó que los 9.000 millones de dólares que “pagamos los colombianos por el cargo de confiabilidad se perdieron” y que ahora el ministro de Minas quiere solucionar el problema con un aumento en las tarifas de energía.

La explicación que da el gobierno para tratar de justificar lo injustificable (que se perdió la plata) es que el cargo por confiabilidad estaba mal diseñado, pero la falla se detecta 9 años después de estarse pagando dicho cargo, ¿Raro no?

El ministro de Minas y Energía, Tomás González, diligentemente salió en los medios a anunciar cómo serán los aumentos en las tarifas, pero no ha explicado en donde están los recursos del cargo de confiabilidad.

Si bien es cierto que el aumento mensual en la tarifa es mínimo ($400 mensuales para un usuario del estrato 1 y menos de $3.000 para uno del 6), en el global implica el recaudo adicional de $1 billón de pesos. Se trata pues de un ´salvavidas´ injustificado para el sector, pues cuando hubo mucha agua no nos devolvieron lo pagado por el cargo de confiabilidad.

Como si esto fuera poco, la Superintendencia de Servicios Públicos tampoco ha estado del lado de los usuarios del sistema interconectado nacional y en vez de ejercer una estricta vigilancia a esos recursos, se ha dedicado a defender la tesis del gobierno y las generadoras de energía.

Lo más paradójico -y delicado- es que la Contraloría General de la República había advertido de los enormes riesgos de darles recursos a los generadores por concepto del cargo de confiabilidad. En el 2013 la entidad cuestionó la eficacia del esquema al advertir que ese cargo era ineficaz y que incidía en el precio de la energía en el mercado mayorista y en el costo de las tarifas finales del servicio de energía eléctrica a los usuarios.    

Seguimos a la espera de que se señale quiénes fueron los responsables de este desajuste, que se explique qué pasó con las garantías de los contratos y por qué tenemos que pagar los colombianos después de que nadie responde por los recursos del cargo por confiabilidad.

Al igual que muchos colombianos, aunque soy consciente de que debe haber un uso racional del agua y la energía, no comparto las acciones que ha tomado el gobierno para conjurar la crisis y por esa razón estoy de acuerdo con la acción legal que pretende revocar la decisión del Gobierno de aumentar las tarifas de energía. 



[1] Las verduras, hortalizas y frutas, son los grupos de la canasta familiar que han registrado considerables incrementos en las últimas semanas.
[2] Hay tres térmicas que están comprometidas en las irregularidades detectadas: Termocandelaría, Termovalle y Termoencali.

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Colombia en la paradoja de baja productividad y alta informalidad laboral

Colombia definitivamente es un país de contrastes (en lo cultural, en lo deportivo y en su riqueza natural, por ejemplo) y de incoherencias en la aplicación de diferentes políticas atinentes a su desarrollo económico y social, para no mencionar otros ámbitos.

En materia económica, un ejemplo de incoherencia es que en un ambiente de apertura económica como en el que se encuentra inmerso el país desde 1990 (lo que implica el libre ingreso y salida de productos) no tiene sentido que el gobierno adelante simultáneamente una campaña para incentivar la compra de productos nacionales. Por otro lado, diferentes estamentos expresan su preocupación por el poco avance de competitividad en Colombia, aspecto en el que la productividad laboral es fundamental, pero al mismo tiempo no se adoptan políticas tendientes a garantizar empleos formales y estables.

Adentrémonos en este punto con más detenimiento. Aunque en los últimos 5 años Colombia subió 7 puestos en el Índice Global de Competitividad (IGC) que publica el Foro Económico Mundial[1], sigue dando ventajas en muchos aspectos, entre ellos la productividad laboral que sigue muy por debajo frente a la de países como Chile o México,.

Indiscutiblemente, la productividad es un aspecto que incide en el desempeño competitivo de la economía colombiana en el mercado global, amén de otros aspectos como la poca eficiencia estatal y la debilidad institucional, la baja calidad y poca pertinencia del modelo educativo y un sistema productivo -aunque muy diversificado- poco sofisticado.
 
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En el Índice Global de Competitividad, IGC, el país perdió -en cinco años- 17 puestos en materia de eficiencia del mercado laboral y siete puestos en preparación tecnológica, pilares claves de la productividad. Colombia ocupa el puesto 109 en eficiencia del mercado de bienes, la posición 77 en innovación, la 68 en preparación tecnológica, y el puesto 62 en sofisticación de los negocios. En todos estos aspectos, el país perdió posiciones en los últimos cinco años,  especialmente en innovación, donde el descenso fue de 12 puntos.

El tema es tan preocupante que de acuerdo con el Consejo Privado de Competitividad (CPC)[2], en los últimos 15 años el avance en materia de productividad en el país ha sido nulo. Según su más reciente informe, la productividad laboral de una persona en Colombia es de 26.948 dólares, mientras en países de la región como México (42.496 dólares) o Chile (55.180 dólares), esta cifra aumenta considerablemente. “La baja productividad del país es un reflejo del escaso nivel de sofisticación que tiene el aparato productivo, así como un incipiente avance tecnológico dentro de la industria. No en vano, un 80 por ciento de las exportaciones se concentran en materias primas”, aseguró la presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Rosario Córdoba Garcés.

Desde la Asociación Nacional de Empresarios, ANDI; se ha hecho un permanente llamado sobre el bajo nivel de productividad de la mano de obra en el país, por eso el CPC, considera prioritario promover la transferencia tecnológica y cerrar las brechas de capital humano para propiciar un cambio positivo en el mediano plazo.

En otras palabras, lo que pide el Consejo Privado de Competitividad es mayor inversión en tecnología y contar con un personal mejor capacitado, aspectos ambos en los que es indispensable el concurso tanto de los empresarios como del gobierno. Los primeros, tomando la decisión de innovar y mejorar sus procesos productivos mediante la adopción de tecnología de punta y el gobierno facilitándoles las herramientas  financieras y de comercio exterior (importaciones de maquinaria).

Eso en cuanto a lo tecnológico, ya que en lo que tiene que ver con el mejoramiento de la capacitación del personal, es indiscutible el papel que debe jugar el Estado para mejorar considerablemente el sistema educativo colombiano -desde el nivel primario hasta el superior- para que tenga calidad y pertinencia; pero también corresponde a los empresarios hacer esfuerzos permanentes para capacitar a su personal.

Es en este punto en el que me quiero detener, porque no parece coherente esa necesidad sentida del empresariado colombiano de contar con personal capacitado y lo que muestra la realidad laboral de nuestro país, caracterizada por la existencia de empleos temporales (muchos de ellos contratados con agencias de empleos) y a término definido, lo que no garantiza estabilidad y tampoco sentido de pertenencia; también la tercerización de muchos procesos productivos generalmente con cooperativas de papel que no obedecen a los principios del sistema solidario, y una alta informalidad.
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Más informalidad y menos calidad de empleo
Indiscutiblemente la desaceleración económica del país ha reducido significativamente la creación del empleo formal y ha hecho que se aumente la informalidad; sin embargo, en épocas de ´vacas gordas´ la situación es muy parecida[3], manteniéndose el nivel de informalidad por los lados del 50%.

De acuerdo con los más recientes datos estadísticos del Dane, no solamente hay una tendencia al alza del desempleo este año (9% en septiembre), sino que también la informalidad se ha incrementado. De los 202.000 empleos que se crearon entre los meses de junio y agosto, 114.000 fueron informales (56.5%).

Además, sumado a este sombrío panorama del empleo, la percepción de los trabajadores sobre sus condiciones laborales está empezando a deteriorarse, lo que se evidencia en que -según el Dane- 1 de cada 4 empleados no se encuentra satisfecho con su trabajo actual y 1 de cada 10 está buscando uno nuevo. 

El Dane explica que en el nivel de educación superior, mientras 34.000 trabajadores salieron de la informalidad, 162.000 abandonaron el sector formal. En el nivel de educación secundaria, la ecuación sí fue favorable a la formalidad, pues mientras 153.000  trabajadores ingresaron a la informalidad, se crearon 237.000 puestos formales.

Otro aspecto importante que trae el estudio del Dane, y que es pertinente resaltar, es que en dos de los sectores que más han generado empleo durante los últimos meses en el país, los trabajadores son vinculados de manera informal. Se trata de Comercio, hoteles y restaurantes, donde cerca del 68% de sus trabajadores son informales y el sector de la construcción, donde la informalidad es del 60%.

Como si esto fuera poco, el estudio de Total Rewards 2016 de la firma Human Capital[4], que consultó a 850 empresas de 25 sectores económicos del país, arrojó que el 66% de ellos no hará incrementos efectivos en el sueldo de sus empleados el próximo año. Precisa la consulta que el 12% dijo que no movería los salarios en 2016 y el 54% buscará gestionar sus alzas de forma alternativa, como bonos por productividad o resultados, entre otros. Es decir, continúa el círculo vicioso, los empresarios ofrecen incrementos salariales con base en la productividad, pero como ésta es tan baja y en algunos casos, inexistente, en esa misma medida se expresan los aumentos salariales.

No existe motivación para la capacitación
Con semejante nivel de informalidad y precariedad en el empleo, no existe motivación de los empresarios para capacitar a sus empleados, y éstos tampoco se ven movidos a ello, lo que genera un círculo vicioso.

Un empresario que vincula personal con contratos precarios y a término definido, no tiene la motivación (mucho menos el interés) de capacitar a empleados que estarán periodos cortos en su empresa -a lo sumo un año-, mientras que del lado de los trabajadores, tampoco tienen interés (y menos motivación) para capacitarse, pues la expectativa de perdurar en el empleo es poca y algunas veces casi nula, ya que generalmente se produce rápidamente su salida de la empresa, bien por decisión de los empleadores (lo despiden porque no está capacitado) o del mismo trabajador que decide irse a otra empresa en la que le van a pagar un poquito más.

Se configura de esta manera un círculo vicioso, en el cual el empresario paga poco porque no hay productividad y la productividad es inexistente porque aparte de que los sueldos son bajos, los puestos de trabajo no son estables.

La única manera de romper ese círculo vicioso es que los empresarios ofrezcan mejores condiciones de vinculación y faciliten la capacitación de los trabajadores para que ellos, no solamente tomen conciencia de la necesidad de mejorar su desempeño, sino que puedan también ir desarrollando un mayor sentido de pertenencia a la compañía. Ello obviamente no basta, debe ir de la mano de un mejor acompañamiento institucional, de una sustancial reducción de la informalidad laboral y de mejoras concretas en el sistema educativo colombiano, como se mencionó.



[1] En 2015 Colombia se ubicó en el puesto 61 entre 140 economías.
[2] Recientemente reveló su Informe Nacional de Competitividad 2015-2016
[3] En 2012 el nivel de informalidad era del 51.8% y hoy es del 48.3%.
[4] Ver publicación del diario El Colombiano del pasado 15 de noviembre. Disponible en: http://www.elcolombiano.com/negocios/salarios-no-suben-en-2016-GF3124998

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Luis Pérez Gutiérrez, líder populista o visionario incomprendido

Cuando se habla de Luis Pérez Gutiérrez en la política antioqueña, en el imaginario colectivo inmediatamente se asocia su nombre con el de la corrupción. De hecho ese fue uno de los temas recurrentes de ataque de Federico Restrepo en la reciente campaña a la Gobernación de Antioquia, mostrando a su contrincante como el malo, mientras él -heredero del legado de Fajardo- asumía el papel del bueno, del impoluto, del transparente.

Se ha creado el mito de que Luis Pérez es sinónimo de corrupción, incluso cuando fue alcalde (2001-2004) se le conocía popularmente como “Luis 15”, haciendo alusión supuestamente al porcentaje de comisión que le tocaba a él por las diferentes contrataciones del municipio de Medellín[1].

Además, gracias a sus propuestas y ejecutorias, algunos ven al gobernador electo de Antioquia como el típico politiquero populista que promete más de lo que puede cumplir, mientras que para sus seguidores es un defensor de lo público y un gran visionario que siempre piensa en grande.


De su paso por la Alcaldía de Medellín quedan obras como el Metrocable de Santo Domingo (que terminó e inauguró Fajardo), el Centro de Convenciones de Medellín y la Agencia de Cooperación Internacional (puntales de la internacionalización de la ciudad), la doble calzada a Las Palmas y el Parque de los Deseos, obras que dan cuenta de su talante visionario. Sin embargo, no le fue tan bien con otras obras como el cerramiento de la unidad deportiva Atanasio Girardot (que se tuvo que tumbar en gran parte), la llamada Torre del Ajedrez cerca a la cancha Marte, que aún no se sabe para qué sirve y el Parque de la Luces, que no a todos gusta por su falta de estética, aunque recuperó un espacio de ciudad perdido.

En lo social, Luis Pérez congeló las tarifas de servicios públicos en Medellín[2], creó las Escuelas Populares del Deporte a través del Inder, puso en marcha las Redes de Formación Artística y Cultural (Escuelas de música), empezó a dotar de internet a las escuelas públicas, creó el programa de Vaso de Leche Escolar, como complemento al servicio de restaurantes escolares; diseñó las primeras ciclovías (Rutas Verdes en su administración), dejó trazado el Plan Ciudadela Nuevo Occidente para la construcción de 20.000 viviendas y creó el Banco de los Pobres, reconocido en 2003 por la Unesco como “el proyecto social más importante para la equidad en América Latina”.

Como gobernador quiere desarrollar igualmente propuestas innovadoras, consideradas por algunos ´quijotescas´ o imposibles. Una de sus principales apuestas es la creación de la que llamó la Empresa del Desarrollo Agropecuario de Antioquia, que contará con recursos -aportados por el departamento y la nación- por $500.000 millones de pesos y que pretende dar a 150.000 campesinos un salario justo, con seguridad social y garantías de jubilación, cosa que hasta el momento no tienen los agricultores.

La idea es -con esta empresa- promover programas de comercio y liderar acciones que agilicen los procesos de inversión, asociatividad y financiación, entre otros, para generar condiciones que incentiven la inversión privada en proyectos agroindustriales y agropecuarios. Estas son otras de sus propuestas en diferentes campos.

Las apuestas de Luis Pérez para Antioquia
En infraestructura: Crear la Gran Zona Portuaria e Industrial de Urabá y una nueva ciudadela para esta subregión. Ampliación del sistema Metro para llevarlo desde Barbosa hasta Caldas y Rionegro, al igual que construir autopistas de segundo piso de Caldas a Barbosa, con ramales al Oriente y el Occidente. 

Movilidad: Unir los municipios no sólo por carreteras sino también por bulevares para peatones, motos, bicicletas y rutas verdes. Las vías de la Prosperidad deben contar con fajas adicionales de ciclorrutas, motorrutas y los bulevares peatonales. Pretende desarrollar el Plan Maestro Ferroviario con los tramos que conectan a Medellín con el Pacífico y el Magdalena Medio, como parte de la propuesta del Tren Bioceánico del Cauca,  Buenaventura (Cali – Medellín) y la Gran Zona Portuaria de Urabá. 

Educación: Creación de un nuevo modelo educativo para la vida, la sociedad y el trabajo. Actualizar los métodos y contenidos de la enseñanza, para darle mayor potencia a los aprendizajes fundamentales. Cualificar la planta docente para hacerla más apreciada y competitiva, mejorar y aprovechar los ambientes de aprendizaje y la vinculación de más actores y tecnologías a los procesos. Igualmente prometió fundar una universidad digital para todos los jóvenes del departamento.

Cultura: Fortalecer la red de bibliotecas públicas, haciendo especial énfasis en el fomento de la lectura y la escritura. La música, la danza, el teatro, las artes plásticas y las artes visuales deberán llegar a todas las subregiones del departamento.

Economía: Gestación de la oficina para el fomento y la protección de la actividad económica, revisión del los altos costos de los servicios públicos que ahuyentan a las empresas y generará confianza entre los inversionistas, el entorno y las propuestas de gobierno.

Seguridad: Con el Gobierno Nacional se diseñarán políticas para disminuir las cifras de violencia y la violación a los derechos humanos. Trabajará con los alcaldes y la fuerza pública en el control del orden público y en actividades de prevención, así como también hará alianzas para apoyar logísticamente a las autoridades civiles y militares en el territorio. Además, anunció la creación de una secretaría especial de Seguridad Vial que -con cámaras, tecnología de punta y apoyo de los ciudadanos- controle y brinde tranquilidad a todos los viajeros. 

Sostenibilidad: Creará el sistema departamental ambiental, “Antioquia Sostenible con Capital Natural”, fortalecido, articulado, coherente y con capacidades efectivas para que las corporaciones autónomas ejerzan su misión de protección, conservación y administración del patrimonio natural y para que respondan eficazmente a los desafíos del cambio climático, con la explotación, comercialización y consumo coherente de los recursos. 

Minería: Buscará con el Gobierno Nacional la flexibilización del tiempo y requisitos en los procesos de legalización y formalización de la explotación minera responsable y sostenible.

El Metrocable de Santo Domingo lo inició Luis Pérez

En otros aspectos el gobernador electo, considera que es necesario el mejoramiento del sistema de información catastral del departamento. En su concepto, se requiere de un óptimo sistema de información sobre tierras, que cubra todos los predios rurales y todas las formas de tenencia, que articulen el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, los catastros municipales, las oficinas de registro de instrumentos públicos y las notarías.

 Apoyará los censos departamentales de tierras y de víctimas, colaborará con asesoría jurídica en las regiones donde hubo despojo masivo de tierras y apoyará la creación de sistemas de información para identificar los lugares con alto riesgo de minas antipersona, artefactos explosivos improvisados y municiones sin explotar, entre otras.

Igualmente anunció que hará un revolcón gigante en Teleantioquia y que entidades como Benedan, la Fábrica de Licores y el IDEA deberán estar al servicio y bienestar de los antioqueños y no de unos pocos funcionarios.

Más visionario que populista
La llegada de Luis Pérez, a la Gobernación representa un giro  de 180 grados para el departamento, no sólo en su estilo para gobernar sino en el tipo de ejecutorias que quiere desarrollar, las cuáles dan cuenta de su visión y pensamiento en grande, si bien algunas suenan demagógicas o populistas y habrá que ver si las cumple y cómo las cumple.

Aunque durante su campaña para la Gobernación de Antioquia, en los recorridos por las subregiones, en donde organizó eventos masivos, se centraba en dar a conocer sus promesas más populares, como la disminución en las facturas de servicios públicos y la modernización del agro, su programa de gobierno tiene un contenido bastante innovador y de amplio espectro, como se desprende de las diferentes propuestas que se acaban de esbozar.

 Justamente en los debates los demás candidatos -especialmente el fajardista Federico Restrepo- llamaban la atención sobre la desproporción de sus propuestas y su escaso presupuesto[3].  Luis Pérez respondió que estas obras serán financiadas a través de Alianzas Público Privadas (APP), las cuales fueron implementadas en Colombia en 2012[4].

Pérez ratificó sus promesas el domingo 25 de Octubre, luego de conocerse su elección, en su sede del Hotel Nutibara. “En nuestras propuestas hay seriedad. Son promesas que necesita la gente. Son sueños que necesitamos en Antioquia. La campaña cayó, desafortunadamente, en discutir propuestas grandes hechas por Luis Pérez y otros candidatos diciendo que no se podían hacer”.

A sus 64 años, Luis Pérez ha argumentado que la experiencia como ingeniero, máster en matemáticas y su paso por la Alcaldía de Medellín, le dan la experiencia necesaria para volver realidad sus propuestas, que de concretarlas sin visos de corrupción, lo catapultarán como un dirigente visionario, no demagógico y populista, que habrá sabido imprimirle al departamento las grandes obras de desarrollo y bienestar social que requiere en este milenio.


[1] En el 2012 la Fiscalía archivó las investigaciones en su contra, incluido el proceso por el famoso  escándalo de la vajilla de EPM.
[2] Ello ocurrió  a partir del 9 de abril de 2001, beneficiando especialmente  a los estratos 1,2 y 3.
[3] La mayoría de sus ideas son obras de infraestructura muy costosas, lo que marca una diferencia grande  con el fajardismo.
[4] Son concesiones en las cuáles las empresas privadas financian y operan las obras por un tiempo. El modelo ha funcionado bien en la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).

miércoles, 4 de noviembre de 2015

Medellín será el epicentro del pensamiento social latinoamericano

Desde tiempos inmemoriales el hombre ha tratado de dar explicación a los hechos y fenómenos sociales, es decir a aquellas situaciones que afectan lo afectan en razón de su pertenencia a un grupo. Las sociedades más antiguas percibían y explicaban los hechos sociales a través de una especie de ´conciencia mágica´, es decir, eran considerados como  el resultado de fuerzas sobrenaturales y/o divinas. Con la modernidad, el hombre empieza a buscar otras causas y soluciones a las problemáticas de la sociedades modernas, que por su complejidad requieren de explicaciones más profundas y ´reales’, que las meramente mágicas y esotéricas de los antepasados.

Surge entonces el pensamiento social, que no es otra cosa que la consideración y análisis -individual y colectivo-  sobre fenómenos, procesos y eventos sociales. Como dice el sociólogo Anazagasty[1], “es reflexionar, estudiar, y evaluar, a distintos niveles de cuidado,  la sociedad misma”.

Producto de ese ejercicio del pensar, surge la(s) teoría(s) social(es), que Paul Filmer[2] (1998),  define como la construcción y realización del mundo en el pensamiento. Se trata -explica- de una construcción sujeta a la preocupación humana con el ámbito social, con el carácter y condición de nuestra vida social. “Se trata entonces de la conciencia social, un modo específico de pensamiento, de pensar la vida en sociedad”, según complementa el profesor Anazagasty.

Ese pensamiento social, acerca del modo en que concebimos y estructuramos nuestras sociedades modernas, cobra quizás más relevancia en sociedades altamente desiguales no sólo desde el punto de vista económico, sino también desde la óptica de las oportunidades y la movilidad social, como son las de los países latinoamericanos. De ello se ha venido ocupando el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, que se reunirá la próxima semana en la capital antioqueña.

Medellín meridiano del pensamiento social latinoamericano
Del 9 al 13 de noviembre, Medellín será el epicentro del pensamiento social latinoamericano, con la realización de la VII Conferencia Latinoamericana y Caribeña de Ciencias Sociales, promovida por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO.

Se contará con la participación de más de 600 invitados (as) internacionales, algunos(as) de los (as) más destacados(as) intelectuales del pensamiento crítico mundial, y tendrá más de 200 actividades: conferencias magistrales, talleres, coloquios, paneles, una feria internacional del libro y dos ciclos de cine. 


 Será el mayor evento académico del mundo este año y contará con la presencia de los ex presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva, José Mujica y Ernesto Samper. También, de Alvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia, y de un significativo número de dirigentes y activistas de movimientos sociales y populares de toda América Latina y el Caribe.

En desarrollo de la VII Conferencia se cumplirá la XXV Asamblea General de CLACSO, que debatirá el presente y el futuro de la institución, a partir de Medellín, con más de 500 instituciones asociadas.

La Asamblea General de CLACSO es el máximo órgano de gobierno del Consejo, al que corresponde la suprema decisión de todos los asuntos que competen al mismo. Convocadas cada tres, sus sesiones ordinarias o extraordinarias reúnen a todos los centros asociados y son celebradas, de forma rotativa, en los diversos países donde CLACSO tiene representación.

Para la realización de estos encuentros, es designada una Comisión Organizadora conformada por directores de Centros Miembros que, en colaboración con la Secretaría Ejecutiva y el Comité Directivo, tendrán a su cargo la organización y gestión del conjunto de la actividad que incluye tanto instancias de trabajo abocadas al desarrollo de tareas programáticas, como espacios destinados al debate académico.

La Asamblea General tiene por principales atribuciones: elegir el/la Secretario/a Ejecutivo/a y los miembros del Comité Directivo; aprobar las memorias, balances financieros y el presupuesto de ingresos y gastos de la institución; decidir sobre la afiliación y/o desafiliación de centros miembros propuestos por el Comité Directivo; aprobar reformas de estatuto; orientar los contenidos del programa de trabajo propuesto para el período inmediato y fijar fecha y lugar de su próxima sesión, designando una Comisión Organizadora a cargo de las tareas de preparación de la misma.

Conferencistas y panelistas
Los conferencistas especiales del evento serán:
-                     Luiz Inácio Lula Da Silva, Ex presidente de Brasil: Estará en las sesiones de apertura y clausura. Hará la conferencia inaugural.
-                     Alvaro García Linera, Vicepresidente del estado plurinacional de Bolivia
-                     Lucía Topolansky, Senadora Nacional de Uruguay
-                     Eugenio Raúl Zaffaroni, Juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y ex juez de la Suprema Corte de Justicia de Argentina.
-                     José Mujica, ex presidente de Uruguay.
-                     Cuauhtémoc Cárdenas, Ex Jefe de Gobierno de Ciudad de México, Fundación para la Democracia (Mëxico)
-                     Ernesto Samper, Ex presidente de Colombia.
-                     Gustavo Petro, alcalde de Bogotá
-                     Sergio Fajardo Valderrama, gobernador de Antioquia.
-                     Aníbal Gaviria Correa, alcalde de Medellín.


Las conferencias magistrales del encuentro estarán a cargo de: Adolfo Ferrer, Secretario Ejecutivo de Clacso; Alvaro Padrón, de la Fundación Friedrich Ebert (Uruguay); Ángel Quintero de la Universidad de Puerto Rico; Aníbal Quijano de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (Perú); Anna Shcherbakova del Instituto de Latinoamérica de la Academia de Ciencias de Rusia; Arturo Escobar de la Universidad de Carolina del Norte; Baltasar Garzón de la fundación internacional Baltasar Garzón (España); Benedicte Bull de la Universidad de Oslo (Noruega); Boaventura De Sousa de la Universidad de Coimbra (Portugal); Clara Ant, directora del Instituto Lula de Brasil; Daniel Filmus de la Secretaría de asuntos relativos a las Islas Malvinas (Argentina); Dora Barrancos, directora del Área de Ciencias Sociales  y Humanidades del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas e Argentina; Ebrima Sall del Council for the Development of Social Science Research in Africa (Senegal); Eduardo Rinesi de la Universidad Nacional General Sarmiento de Argentina; Fernando Calderón de la Universidad Nacional de San Martín (Bolivia); Emilce Cuda de la Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina); Fritz Deshommes de Université de L´Eté d´Haiti; Gioconda Herrera de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (Ecuador).

Igualmente estarán, Guillermo Castro de la Universidad del Saber (Panamá); Göran Therborn de la Universidad de Cambridge (Suecia); Hoda Matar-Nehmé del Holy Spirit University of Kaslik (Líbano); Jacques Bertrand Mengue Moli de la Universidad de Yaounde I (Camerún); Jayati Ghosh de la Asociación Internacional de Economía del Desarrollo (India); Jesús Martín-Barbero en representación de la  Universidad de Antioquia (Colombia); Joan Martínez Alier de la Universidad Autónoma de Barcelona (España); Jorge Fornet de la Casa de las Américas (Cuba); Jorge Lara Castro, Ex Ministro de Relaciones Exteriores de Paraguay; Juan Valdés de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba; Juan Carlos Monedero de la Universidad Complutense de Madrid; Jussi Pakkasvirta de la Universidad de Helsinki (Finlandia); Luiz Dulci, Director del Instituto Lula de Brasil; Manuel Alcántara de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (España); Marc Chernick de  Georgetown University (Estados Unidos); Marcio Pochmann de la Fundação Perseu Abramo (Brasil); Paul Singer, Secretario General de Economía Solidaria, Ministerio de Trabajo (Brasil); Rita Segatode la Universidad de Brasilia; Suzy Castor del Centre de Recherche et de Formation Economique et Sociale pour le Developpement (Haití); Theotonio Dos Santos de la Universidad Federal Fluminense y Zilda Iokoi de la Universidad de São Paulo (Brasil).

Clacso se universaliza
Uno de los temas centrales de la XXV Asamblea será la conformación de CLACSO como una red del pensamiento crítico y la investigación sobre América Latina que actúa a nivel global, debido a que durante los últimos tres años, CLACSO ha ampliado sus fronteras, asociando instituciones con sede fuera de la región. Sumando los centros que serán incorporados en la asamblea de Medellín, actualmente el Consejo posee 44 instituciones asociadas.

Por países ellas se distribuyen así: España (15), Estados Unidos (8), Alemania (5), Portugal (3), Italia (3), Australia (1), Austria (1), Bélgica (1), Francia (1), Líbano (1), Países Bajos (1), Palestina (1), Polonia (1), Rusia (1) y Suiza (1).

El crecimiento del el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, a nivel global es una de las tendencias más destacadas de su desarrollo en los últimos 3 años, en los que se destaca de manera especial, la incorporación de las dos primeras instituciones de los países árabes: Líbano y Palestina.

El próximo año, se sumarán al Consejo algunas instituciones africanas y asiáticas, donde ya CLACSO tiene muy avanzados contactos y relaciones con centros de investigación en Marruecos, Túnez, Senegal, Sudáfrica, India, China, Japón, Filipinas, Corea y Vietnam. 

El objetivo del Consejo es estar presente en los cinco continentes. De esta forma, el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales se configura como una de las redes académicas más representativas y activas del mundo.

En América Latina y el Caribe la representación nacional actualmente es la siguiente (ordenadas por número de instituciones asociadas): Argentina ​(78​), México ​(69​), Colombia ​(68​), Brasil ​(​56​), Venezuela ​(37​), Cuba ​(24​), Chile ​(24​) Ecuador ​(18​), Perú (18​), Paraguay (11​), Uruguay ​(11​), Bolivia ​(10​), Nicaragua ​(9​), ​Costa Rica ​(8​), Guatemala ​(6​), República Dominicana (​6​), Panamá ​(5​), Puerto Rico ​(​4​), Honduras ​(3​), El Salvador ​(2​), Haití (1​), Saint Lucia ​(1). 



[1] Anazagasty Rodríguez, José. Historia del pensamiento social. Disponible en: https://historiasociologia.wordpress.com/2010/09/20/historia-pensamiento-social-introduccion/ (Consultado el 01 de noviembre de 2015)
[2] Paul Filmer, investigador del National Science Fundation de los Estados Unidos.