miércoles, 9 de septiembre de 2015

A 20 AÑOS DE OPERACIONES DEL METRO DE MEDELLÍN: ¿SE PERDIÓ LA CULTURA METRO?

Con diferentes actividades culturales y artísticas el Metro de Medellín, celebra por estos días con la comunidad sus 20 años de operaciones[1], en los cuáles ha sido indiscutible su aporte a la ciudad y el Valle de Aburrá, no sólo desde lo social, sino también desde lo económico, además de convertirse en un nuevo icono de Medellín.

A lo largo de estas dos décadas de operaciones, el Metro de Medellín se ha consolidado como un exitoso y moderno sistema de transporte, al integrar el Valle de Aburrá y la ciudad, con sus sistemas complementarios de metrocables y el Metroplús.

La labor desplegada en estos años ha hecho que hoy, el Metro, como empresa industrial y comercial del Estado, sea ejemplo tanto en el manejo administrativo como en la responsabilidad social. Por eso, durante 8 años consecutivos ha sido escogida como la empresa pública más admirada por su favorabilidad y gestión en la encuesta de percepción ciudadana Medellín Cómo Vamos, y en 2013 ocupó el puesto 19 entre las 100 empresas más reputadas del país según el ranking de Merco Empresas.

Gran parte de esos merecidos reconocimientos, se soportan en que también la Empresa de Transporte Masivo del Valle de Aburrá, empresa pública encargada de la operación del sistema Metro, desde 1994 ha procurado que más que un medio de transporte que lleva a las personas de un lugar a otro, sea una forma de vida y un lugar para el encuentro social y cultural, lo que de alguna manera logró cristalizar a través de la Cultura Metro, una de sus características distintivas.

La empresa entiende la Cultura Metro, como el resultado del modelo de gestión social, educativo y cultural que ha construido, consolidado y entregado a la ciudad a lo largo de estas dos décadas. Sin embargo, dado que se están sacando los buses de circulación[2], y los planes de ampliación del Metro y sus complementos son a mediano y largo plazo, el sistema masivo de movilidad presenta actualmente niveles altos de congestión y saturación, especialmente en las horas pico, comparables casi a los que se registran en los metros de Tokio y Shanghái, done hay operarios ‘empujadores´ para acomodar a la fuerza a los usuarios como sardinas en los trenes.

Cabe entonces preguntarse:¿Se está perdiendo esa Cultura Metro? Como usuario ocasional del sistema, respondería que sí se está perdiendo, debido sencillamente a que la gente quiere llegar rápido a su trabajo o a su casa -y como hay un mayor número de usuarios- se apretujan para ingresar al vagón y no tener que esperar el próximo tren.

Cortesía El Colombiano

El Metro de Medellín moviliza actualmente unos 530.000 usuarios al día[3], cifra que se eleva a 811.000 en todo el sistema (Metroplús y los dos cables), con una flota de 55 trenes -tres vagones por tren para 165 unidades- y una frecuencia de un tren llegando a estación cada tres minutos y medio en hora pico. La gerente del Metro, Claudia Restrepo Montoya, reconoció hace poco la congestión del sistema, al precisar que en términos de densidad por metro cuadrado, lo ideal en horas pico es movilizar seis personas y que el Metro de Medellín está entre 7,5 y 8,1 personas por metro cuadrado.

Por otra parte, es menester reconocer que esta saturación actual se puede deber al hecho de que la empresa ha buscado la manera de hacer frente a los desafíos que plantea la geografía de esta región dominada por las montañas y ha buscado integrar a los habitantes de las laderas con el resto de la ciudad. Eso lo empezó a hacer desde 2004 (7 de agosto) cuando se inauguró el Metrocable de Santo Domingo, en la zona nororiental de la ciudad, y en 2008 (26 de marzo) se complementó con el cable de Nuevo Occidente que une las comunas 7 y 13. Ese proceso continuó más recientemente con la inauguración de Metroplús[4].

Sin embargo, aunque ello trae innegables beneficios económicos a los usuarios, que ahora disponen de tres posibilidades -con el tranvía serán cuatro[5]- para viajar con un solo pasaje (tiquete integrado y Tarjeta Cívica), la incomodidad también es palpable para los usuarios, dado la presión que los complementos del sistema le imprimen al Metro, en sus línea A y B, especialmente en las horas pico.

Como los planes de expansión del sistema son costosos y se ejecutan en el mediano y largo plazo, para tratar de dar solución a la coyuntura actual, la empresa está tratando que pese a la inconformidad de los usuarios y a la saturación del sistema, se recupere la Cultura Metro. Es así como tiene en marcha varios programas, como el de formación de usuarios que tiene un carácter permanente y pretende que éstos interioricen la norma y “validen comportamientos ciudadanos enmarcados en los contenidos pedagógicos de la ciudad educadora”[6].

Con el programa Escuela de formación de líderes, el Metro pretende formar gestores sociales en los procesos de desarrollo local. Más de dos mil personas de diferentes edades han pasado por este proceso educativo y con el programa Amigos Metro -en alianza con la Fundación Conconcreto- trabaja con niños, jóvenes y padres de familia y se enfoca en el fortalecimiento de valores, competencias ciudadanas y actitudes cívicas en los habitantes de las zonas de influencia del sistema.

Además, desde el año 2005, el Metro selecciona grupos de jóvenes bachilleres que son líderes en sus comunidades, para darles durante un año, capacitación en Cultura Metro, programa que cuenta con el aval del Sena.

Todos esos programas son esfuerzos importantes, pero a la luz de la coyuntura actual, quizás insuficientes, pues alguien que ingresa al sistema a las siete de la noche después de trabajar todo el día, lo único que quiere es abordar el tren que lo lleve su casa para descansar y por eso -casi que haciendo caso omiso de las recomendaciones que el personal dispuesto por el Metro en las estaciones le hace- trata de introducirse rápido y de manera atropellada al vagón sin ninguna consideración por personas de la tercera edad o niños, o personas con movilidad reducida; la Cultura Metro pasa a un segundo plano.

Planes de ampliación del sistema
A parte de los mencionados programas tendientes a preservar la Cultura Metro, la empresa tiene en marcha importantes inversiones representados en obras de ampliación y también en el complemento que para el sistema será el Tranvía de Ayacucho y dos cables adicionales que lo conectarán.

El tranvía[7], proyecto de la Alcaldía de Medellín gerenciado por el Metro, beneficiará a 350 mil personas de la zona Centro Oriental de la ciudad (comunas 8, Villa Hermosa; 9 Buenos Aires y 10, La Candelaria). La obra consiste en la puesta en marcha de tres nuevas líneas totalmente integradas al Metro: un Tranvía de 4.3 km, desde la estación San Antonio de la Línea A hasta el barrio Alejandro Echavarría.

El corredor tranviario constará de 3 estaciones de transferencia (San Antonio, Miraflores y Oriente) y 6 paradas: San José, CEFA, Bicentenario, Buenos Aires, Loyola y Alejandro Echavarría. A lo largo de su recorrido, brindará la posibilidad de transferencia a dos sistemas de transporte por cable aéreo.
Foto Andrés Zapata (Alcaldía de Medelln)


El primer Metrocable[8] corresponde a la Línea M, que iniciará en la Unidad Deportiva de Miraflores y llegará al barrio Trece de Noviembre, con una estación intermedia en el barrio El Pinal; el segundo Metrocable, la Línea H, irá desde la estación terminal del tranvía, con dirección hacia los barrios Villa Turbay y La Sierra, donde se incluye también una estación intermedia en el barrio San Antonio, sector Las Torres.

Esto se complementará con  los corredores a mediano plazo (2016-2020), que son:
• Corredor Avenida Oriental hasta Avenida 80 con Calle 80.
• Proyecto Extensión Línea A al Norte (Navarra).
• Corredor Avenida 34 entre estación Aguacatala y Palos Verdes.
• Corredor San Antonio de Prado- La Estrella.
• Corredor Cable Noroccidental.
• Corredor Quebrada La García.
• Nueva estación entre Envigado e Itagüí (Primavera).
• Nueva estación entre Madera y Acevedo.
Además, el Metro ya está comprando más vagones (28 en los próximos años).

En el largo plazo (2021-2030) los complementos son:
• Corredor Sistema Férreo Multipropósito etapas I, II y III.
• Corredor El Salado-Ayurá.
• Corredor Alpujarra- El Vergel.
• Corredor El Poblado-Terminal del Sur- Avenida 80.
• Metrocable Itagüí (Envigado-Calatrava).
• Conexión a Oriente.
• Corredor Sabaneta.
• Sistema de transporte en Oriente
• Corredor Santa Mónica.
• Nueva estación entre Poblado y Aguacatala

Es indiscutible que el Metro y los modos de transporte que complementan el sistema, tienen forma de crecer y la empresa así lo tiene planeado, como lo indicó Juan Esteban Martínez Ruíz, subdirector de Movilidad del Área Metropolitana (autoridad en transporte masivo de la región) en una reciente publicación de prensa: “El metro tiene mucha capacidad todavía y por ello compra nueva flota, para entender esas necesidades de movilidad presentes y futuras de acuerdo a los planes POT (Plan de Ordenamiento Territorial) y Planes Maestros (de Movilidad, del Metro, el Plan Bio 30)”[9].

No dudamos que la saturación que hoy presenta el sistema de transporte masivo público en Medellín (Metro, Metroplús y cables) es coyuntural y que seguramente a futuro tiene como crecer para dar más opciones y comodidad a los usuarios, pero mientras tanto, el mayor flujo de usuarios está atentando contra quizás el valor intangible más grande que ha tenido, su Cultura Meto, que era objeto de admiración por propios y extraños. Ojalá no la dejen perder, y menos ahora que se sumarán al sistema el tranvía y otros dos cables.




[1] El Sistema Metro fue inaugurado el 30 de noviembre de 1995, en su primera fase, la línea A.
[2] De los 2.966 buses colectivos que ingresaban cada día al centro de la ciudad, empezaron a salir los primeros de un total de 1.068 que dejarán de operar. De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional, la reducción que se necesita en el centro es del 33%.
[3] Según la Encuesta Origen-Destino realizada por la Universidad Nacional, sede Medellín y que analiza la movilidad de la región
[4] La primera línea se inauguró el 22 de diciembre de 2011 y la segunda el 26 de abril de 2013.
[5] El 15 de octubre será el inicio de la operación no comercial del nuevo sistema. Para finales de noviembre, en fecha cercana a un nuevo aniversario del Metro, se entregará el tranvía en operación comercial.
[6] Estos programas están detallados en la página web del Metro: https://www.metrodemedellin.gov.co/CulturaMetro.aspx 
[7] Inicialmente el Tranvía contará con doce trenes cada uno con cinco segmentos, cada segmento es para 60 personas  y el tren completo es para 600 pasajeros.
[8] En diciembre se espera entregar el primer cable y en el primer trimestre del año entrante se entregará el segundo cable.
[9] Artículo: “¿Hasta cuándo aguantará la capacidad del metro de Medellín?” de Víctor Hugo Vargas Rodríguez, publicado en el diario El Colombiano, el 1 de septiembre de 2015. Disponible en: http://www.elcolombiano.com/antioquia/movilidad/hasta-cuando-aguantara-la-capacidad-del-metro-de-medellin-XX2642167

1 comentario:

  1. Qué interesante análisis, además es una alerta temprana que ojalá se escuche y se tenga en cuenta para no lamentarnos en unos años; tal cual ocurrió con otros aspectos de la ciudad, de los que se habló y llamó la atención oportunamente pero no fueron tomados en cuenta y hoy son problemas muy graves que nos aquejan pues se les dejó coger mucha ventaja y ahora son incontrolables.

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