miércoles, 6 de abril de 2016

Facebook, Twitter e Instagram: Redes virtuales para la socialización y no redes sociales

Hoy en día, muchos hombres y mujeres, no conciben su vida sin los diferentes aditamentos que proporcionan los avances en tecnologías digitales de información y comunicación (TIC), y que les permiten estar ´conectados´ prácticamente a cada momento. 

Ello es posible gracias al mismo desarrollo de la tecnología, pues internet ha evolucionado en los últimos 15 ó 20 años. De la llamada  web 1.0 que ofrecía un entorno estático, con páginas en estructura htlm[1], a la llamada web 2.0[2], que incluye aplicaciones que permiten la colaboración entre usuarios y nuevas herramientas o servicios para ordenar y procesar la información disponible.

Es lo que se conoce popularmente como como redes sociales (Facebook, Twitter e Instagram, entre otras) pero que más correctamente deberían denominarse redes virtuales,  o mejor  -para mi gusto- redes socio-técnicas, acogiendo la terminología de Manuel Castells[3].

Por qué redes virtuales y no sociales
Aunque frecuentemente se utiliza el término redes sociales para aludir a las conexiones y contactos que se establecen aprovechando la red internet y los desarrollos de las TIC, la denominación no se circunscribe solamente a este ámbito, ya que las redes sociales han existido desde antes del desarrollo de la informática y la virtualidad.

Desde el punto de vista sociológico se pueden definir las redes sociales como “(…) un conjunto bien delimitado de actores -individuos, grupos, organizaciones, comunidades, sociedades globales, etc- vinculados unos con otros a través de una relación o un conjunto de relaciones  sociales” (Lozares, 1996, p. 108)[4] y que son trascendentales en la conformación de la estructura social.

Bajo esta concepción, los actores sociales (individuos, empresas, grupos o colectivos sociales) establecen vínculos o lazos relacionales, que pueden ser personales -amistad, respeto, consejo-, de transferencias de recursos -bienes, dinero, información-, conexiones físicas, relaciones formales u organizacionales. Esas relaciones pueden ser en forma de diada (relación específica entre dos actores), de triada (conjunto de tres actores y sus relaciones),  subgrupo (extensión de los dos anteriores), o de grupos (relaciones entre sistemas de actores).

Esto en lo que toca a la vida cotidiana de los seres humanos, que se estructura tanto en el espacio como en el tiempo, y en la cual la experiencia más importante entre los individuos se produce en situaciones ‘cara a cara’, considerada por los sociólogos como el prototipo de la interacción social y del que se derivan los demás:



Sin embargo, los desarrollos tecnológicos han dado lugar a otros tipos de socialización humana, en las que es prácticamente imposible ese contacto ‘cara a cara’ pese a que algunas aplicaciones permitan por ejemplo, las video-llamadas. No obstante, no se puede desconocer que la virtualidad y las TIC, no solamente producen nuevas formas de construcción de comunidades sociales, con un espectro más amplio, sino también de elaboración de la cultura, como bien lo resalta Ana Sacristán[5].

Es por ello, que la esfera pública trascendió el espacio físico y se instaló en ese espacio virtual del que nos habla Alejandro Monsiváis[6], un espacio que es posible gracias al desarrollo de internet y las TIC, que posibilita la interacción de personas que no necesitan concurrir a un lugar físico, sino confluir en la red virtual a través de diferentes dispositivos y herramientas como las redes socio-técnicas o redes virtuales.

Se puede decir que así como no hay una separación tajante entre la vida privada y la vida pública[7], para los ciudadanos de hoy no es clara tampoco esa separación entre la realidad física o material y la realidad virtual. Las dos están en relación constante y se influyen mutuamente. Es decir, el servicio de la web 2.0 se basa en el traspaso a la red de unas relaciones que existen en la vida real.

Qué son  y que posibilitan las redes virtuales
Las redes virtuales o socio-técnicas las podemos definir de manera sencilla como sitios web que permiten crear una ficha con nuestros datos personales y/o profesionales, y posibilitan entrar en contacto con otros usuarios, a su vez interesados en establecer contacto con nosotros.

A través de ellas, o estando en ellas, se  pueden establecer relaciones de todo tipo. Estar vinculado a una de estas redes le abre la posibilidad a la persona de encontrar a otros con los mismos intereses, necesidades, preocupaciones, gustos e incluso orientaciones políticas.

Los ´beneficios´ individuales que perciben quienes participan de las redes socio-técnicas, son entre otros, el entrar a formar parte de una comunidad con la que se identifican y con la que tienen intereses comunes, compartir experiencias vitales, comunicarse y hacer o renovar amistades, colaborar y compartir conocimientos, buscar trabajo, e incluso manifestar sus orientaciones políticas. Al respecto, García, Del Hoyo y Seco (2013), precisan que “su carácter abierto, su falta de sujeción a las fronteras, el bajo coste económico y esfuerzo subjetivo así como el ingente volumen de información que circula permiten que la movilización y participación juvenil y adolescente se multiplique” (p 97)[8].

Estas redes socio-técnicas, se fundamentan en una filosofía denominada de seis grados (popularizada por el sociólogo Duncan Watts en 1967) y que básicamente consiste en considerar que cualquier persona en el planeta puede estar conectada a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios, es decir, conectados con solo seis enlaces.

Entre las redes socio-técnicas existentes Facebook es la  más usada en el mundo, es la  más popular entre los jóvenes y tiene unas características particulares frente a las demás, pues permite a sus miembros establecer un espacio público, entendido como aquel lugar que permite el debate, el diálogo y la construcción de opinión pública.

Algunas cifras dan cuenta del impacto de Facebook, especialmente entre la población joven. Según Facebakers.com[9] en octubre de 2012, Facebook llegó a los 1.000 millones de usuarios, de los cuáles más de 600 millones eran usuarios móviles. Brasil, India, Indonesia, México y Estados Unidos figuraban como los países con más usuarios.

De acuerdo con el Latinobarómetro del año 2103 en América Latina el uso de Facebook se duplicó en los últimos tres años, al pasar en promedio del 19% en 2010 al 38% en 2013. Colombia aparece con una penetración[10] promedio del 41%.

Según cifras del Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Mintic, Colombia ocupa el lugar número 14 a nivel mundial con 15.799.320, siendo así el cuarto país latinoamericano con mayor número de usuarios en Facebook, superado solo por Brasil (35.1 millones), México (30.9 millones) y Argentina (17.5 millones).

La firma consultora SEO Colombia[11], que analiza el posicionamiento de las compañías en la web, precisa que la mayoría de usuarios registrados en Facebook en el país está entre los 18 y los 24 años (34% del total de usuarios registrados), sigue el rango etario de 25 a 34 años (26%) y finalmente usuarios entre 16 a 17 años de edad (13%) para un total del 73% de los usuarios de entre 16 y 35 años. La minoría está representada por usuarios que se encuentran entre 13 a 15 años (10%), 35 a 44 años (9%), 45 a 54 años (5%), y usuarios entre 55 a 64 años (3%).

No es aventurado entonces considerar -aunque quizás muchos no compartan esta apreciación- que las redes socio-técnicas como Facebook están cambiando, o por lo menos incidiendo, en nuestras formas de relacionarnos en la vida real, de lo cual hay estudios realizados desde disciplinas como la antropología, la sociología y la comunicación, entre otras.  Con el auge de las TIC y las posibilidades que abren las redes virtuales o socio-técnicas, se ha ido transformando la sociedad y reconfigurando nuestros espacios de socialización, de privacidad, de empleo (Hoy incluso existe en el país la modalidad de Teletrabajo).

Es innegable pues la importancia que como espacio de socialización tienen las redes socio-técnicas y su fuerte impacto en la sociedad postmoderna, que es inestable, superflua, desterritorializada y policéntrica, como la caracterizara Zygmunt Bauman[12].



[1]Sigla de HyperText Markup Language (Lenguaje de marcas de hipertexto), es un estándar que sirve de referencia para la elaboración de páginas web estáticas, donde los usuarios se limitan a la observación pasiva de los contenidos. Por el contrario un sitio Web 2.0 permite a los usuarios interactuar y colaborar entre sí como creadores de contenido.
[2] El término fue propuesto en 2004 por el irlandés Tim O´Reilly en una conferencia.
[3] Castells, Manuel. (2009). Comunicación y Poder. Madrid, Alianza Editorial. 
[4] Lozares, Carlos. (1996). La teoría de redes sociales. Universidad Autónoma de Barcelona, Departamento de     Sociología. Barcelona (España). Paper 48, pp 103-126.
[5] Sacristán, Ana (ed.). Et al. (2011). Sociedad del Conocimiento, Tecnología y Educación. Madrid. Ediciones Morata.
[6] Monsiváis Carrillo, Alejandro. ¿Qué es la esfera pública?. Texto preparado para el Diccionario de Estudios Culturales (en prensa), julio de 2006. 
[7] Arendt, Hannah. La condición humana. México. 1993.  Editorial Paidós.
 [8] Del Hoyo Hurtado, Mercedes; García Galera, María del Carmen y Seco, José Alonso. La participación de los jóvenes en las redes sociales: finalidad, oportunidades y gratificaciones. Análisis Monográfico, No Extra 1. Madrid.,  2013. Pp 95-110.
[9] www.facebakers.com/media/set/ (Consultado el 28 de enero de 2014)
[10] La penetración es el incremento del uso de Facebook en proporción  al tamaño de la población.
[11] Datos tomados de la investigación de Paola Alejandra Alvarado Castillo: “Impacto de las redes sociales sobre las variables de decisiones de los agentes”. (Julio de 2012).
[12] Bauman, Zygmunt (2003). Modernidad Líquida. México, Fondo de Cultura Económica.

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